lunes, 12 de mayo de 2014

Mermelada de Naranja en Thermomix

 
¡Hola, hola!... ¿Qué tal estáis?... Espero que todos estéis muy bien. A mí el parón de las pascuas me ha afectado bastante y he estado un poco vaga, también más desconectada de las redes sociales en general. Como mis neuronas últimamente funcionan más lentas de lo habitual he querido empezar las entradas en el blog del mes de Mayo con una receta de Thermomix, de esas sencillas y que siempre salen bien.
 
Estamos en Valencia y si de algo podemos presumir aquí es de tener Naranjas. Todo el que tiene un pequeño huerto, sabe cuál es la diferencia de sabor entre algo recién recogido, en su punto óptimo de maduración o algo recogido cuando aún estaba verde y que se ha madurado en una cámara. No hay más que probar esos tomates que saben a corcho y que tienen en el centro un pedúnculo casi imposible de retirar sin llevarte por medio la mitad del tomate, pero bueno, no me quiero desviar del tema.
 
Total, que me parece un lujo poder hacer una mermelada de naranja, con unas naranjas recién recogidas, cuando están verdaderamente dulces. Queda riquísima y nos aseguramos de que es natural al 100%, sin ningún tipo de colorante, ni conservante artificial.
 
Vamos a usar:
 
§   1 limón
§   1 Zanahoria
§   Naranjas hasta completar los 500 gr.
§   500 gr. de azúcar.
 
La elaboración no puede ser más sencilla. Pelamos el limón, sin que quede nada de parte blanca y eliminamos las pepitas, si las tuviera. Tengo entendido de que el limón aparte de como conservante, actúa también de gelificante. Pelamos la zanahoria y la troceamos un poco, esta ayudará a intensificar el color. Ponemos a 0 la balanza de la Thermomix y añadimos la zanahoria y el limón. Pelamos naranjas, sin que quede nada de parte blanca ni pepitas y vamos agregándolas al vaso hasta completar los 500 gr. que necesitamos de fruta.
 
Ponemos 500 gr. de azúcar y troceamos en vel. 5 durante unos segundos (de 5 a 10 segundos, dependiendo de lo triturada que queramos la fruta). Programamos 30 min. - 100º - vel. 1. Si queremos que la mermelada espese antes, quitamos el cubilete y ponemos el cestillo para que evapore el líquido. Yo no lo he hecho porque buscaba una mermelada bastante ligera, ya que quería usarla para calar los bizcochos de una tarta y me resulta más cómoda una textura ligera.
 
De todos modos, si terminado el tiempo vemos que la mermelada ha quedado demasiado ligera para nuestro gusto, siempre podríamos alargar la cocción con la misma temperatura y velocidad hasta 1 hora; incluso hora y media en algunos tipos de frutas con más cantidad de agua.
 
Se trata de ir controlando una vez transcurrida la primera media hora, para ver lo espesa que va quedando la mermelada. Eso sí, tened en cuenta que una vez fría va a espesar un pelín más. Bueno, pues hechas las aclaraciones seguimos.
 
Una vez que ha transcurrido el tiempo ponemos la mermelada en tarros de cristal bien limpios, los tapamos inmediatamente y los ponemos boca abajo. Aprovechamos así para hacer una especie de vacío, que hará que esta mermelada se conserve mejor.
 
Las mermeladas al llevar tanto porcentaje de azúcar, se suelen conservar bastante bien, pero si habéis hecho bastante cantidad y queréis aseguraros de que la mermelada se conserve en buen estado por más tiempo, ya tenéis que recurrir al método de cocer los tarros en agua hirviendo.
 
Para ello hay que llenar los tarros de vidrio con la mermelada dejando un hueco de unos 5 mm. del borde superior, se tapan bien los tarros y se ponen en una olla con agua que deberá cubrir hasta el cuello de los mismos, por debajo de la tapa y encendemos el fuego. Para evitar que alguno pueda llegar a romperse, podríamos poner algún trapo, que evite el choque entre ellos. Se puede añadir sal al agua para incrementar el punto de ebullición y conseguir una desinfección más eficaz. Se tapa la olla y una vez que esta comienza a hervir, se baja el fuego y se dejan unos 40 minutos a fuego medio. Este tiempo sería suficiente para pasteurizar tarros de un tamaño medio, si los tarros son grandes habría que alargar el tiempo. Una vez que ha pasado el tiempo, se apaga el fuego y se dejan los tarros dentro del agua hasta que se hayan templado. Cuando estén templados, se sacan de la olla, se comprueba que las tapas están bien cerradas y se secan. Se dejan enfriar completamente y los guardamos en un lugar fresco y seco, que esté alejado de la luz.
 
Y siguiendo estos consejos, ya tenéis una mermelada casera al 100% y que podéis conservar durante mucho tiempo.
 
Me despido por hoy me despido de vosotros con un abrazo muy fuerte.
 
P.D.: Si una vez preparada la mermelada veis que tiene más trocitos de lo que os gustaría y la preferís más fina, solo tenéis que esperar a que la máquina pierda algo de temperatura y entonces triturarla en vel. 6 unos 15 ó 20 segundos, hasta conseguir la textura que estéis buscando.

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