domingo, 28 de septiembre de 2014

Cómo retirar esmaltes semi-permanentes ¿Son todos iguales?

¡Hola a todos!

Hace unos meses, os hablaba de cómo me aplico yo en casa el esmalte semi-permanente y hoy vengo para explicaros cómo se retiran. Lo cierto es que resulta casi más engorroso retirarlos que aplicarlos y os quiero contar cuál es el método que mejor me funciona.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es el tipo de esmalte que nos hemos aplicado, porque no es lo mismo un esmalte Soak-off, que por ejemplo un gel en formato esmalte. Los esmaltes Soak-off se pueden retirar con relativa facilidad usando acetona pura, mientras que los geles en formato esmalte no salen tan fácilmente y hay que ayudarse de una lima o un torno para conseguir retirarlos.

En principio cada marca tiene su propio líquido removedor, pero suelen resultar algo caros. En mi caso, al igual que mucha otra gente, incluyendo centros de belleza, uso acetona pura. Os aconsejo preguntar en cualquier droguería tradicional, seguro que la tienen a mejor precio que en sitios específicos donde vendan productos para este tipo de manicuras.

Si el esmalte que he usado es Soak-off, para retirarlo lo primero que hago es limar un poco la superficie del esmalte, para que quede poroso y penetre bien el líquido que vayamos a usar para removerlo. Puede parecer una chorrada, pero os aseguro que acelera el proceso bastante.

Lo siguiente sería que las uñas estuviesen en contacto directo con el líquido que usemos para remover el esmalte. Hay cápsulas de diferentes tipos que servirían para ello. Las más típicas son estas que a mí no me convencen demasiado.

También he visto estas otras, que parece que tienen mejor pinta, pero no he tenido oportunidad de verlas en directo.
Y finalmente, las que a mí más me convencen son estas, que tienen el aspecto de una especie de dedales o cápsulas de silicona. La apariencia, al menos en la foto y los videos que he podido ver, es de material bastante resistente, pero la disparidad de precios entre estas y el resto es abismal.

Yo no tengo ninguna de estas cápsulas y se podría decir que mi método es algo más cavernícola. Preparo unos discos de algodón, los impregno de acetona, voy envolviendo cada dedo con este disco impregnado y a continuación envuelvo el dedo con papel de aluminio. Y ahora solo queda esperar a que la acetona haga su efecto. Dependiendo de la temperatura ambiente puede tardar más o menos tiempo, pero yo lo suelo dejar de 15 a 20 minutos.

Cuando pasan 15 minutos, destapo la última uña que tapé, para hacer la prueba y ver si ya el producto salta con la ayuda de un empuja cutículas. Si no es así, envuelvo de nuevo y dejo unos minutos más. Cuando el esmalte esté lo suficientemente reblandecido, saldrá empujándolo con el empuja cutículas. Si no tenéis uno, podéis usar un palito de naranjo.

Si en cambio el esmalte semi-permanente es un gel, nos va a costar bastante más de retirar. El proceso es muy similar, pero hay que tener en cuenta que el gel no se ablanda con la misma facilidad que los esmaltes soak-off y por lo tanto vamos a necesitar limar al máximo la capa superior y dejar la cantidad mínima de esmalte en nuestra uña; siempre sin llegar a la uña natural. Para hacerlo necesitaremos o una lima de grano bastante grueso, o bien un torno. Yo suelo usar el torno, con una lima de grano normal y a una velocidad media, para controlar en todo momento y no lastimar mí uña. Cuando hemos retirado la mayor parte del gel, ya podemos empapar discos de algodón en acetona, envolver los dedos con papel de aluminio y dejar reposar unos 15 minutos. En la mayoría de los casos, el producto se habrá ablandado y podremos retirarlo con la ayuda de un empuja cutículas.

Dependiendo del esmalte, puede quedar algo rugosa la superficie de la uña tras retirarlo. Lo más idóneo en estos casos es hacerse con una lima de acabado fino o un buffer para dejar la uña lo más igualada posible.

Al retirar este tipo de esmaltes, la uña queda algo debilitada. Si una vez retirado el producto, no tenemos la intención de aplicar de nuevo un esmalte de este tipo, mi recomendación es hidratar las uñas en profundidad.

A mí me gusta además dejar las uñas descansar una semanita, sin aplicar ningún tipo de base ni esmalte, pero hidratándolas en profundidad a diario. Para ello uso distintos aceites o mantecas (aceite de árbol de té, manteca de karité, aceite de oliva, aceite de jojoba, aceite de coco,...) pero también se podría usar alguna crema específica para uñas o simplemente una crema de manos que sea muy hidratante. El día que me retiro el esmalte suelo usar aceite de árbol de té, porque además de aportar la hidratación que da un aceite, tiene efecto bactericida y ayuda a evitar hongos y demás.

Y esto es todo por hoy, espero que os haya servido de ayuda a aquellas que empezáis a moveros en el mundo de este tipo de esmaltes y andáis algo pérdidas con los diferentes nombres que se dan a este tipo de esmaltes.

2 comentarios:

  1. Hola guapa! no suelo utilizar esmaltes de este tipo pero aun así, muy buenos consejos. Por cierto, acabo de descubrir tu blog y me gusta mucho, te apetece que nos sigamos? yo te sigo desde ya para no perderme nada ;) Un besazo!
    http://thisispau.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus palabras. Sin duda, me paso por tu blog a echarle un vistazo. Un besazo.

      Eliminar